Tal y como informamos anteriormente, el pasado 10 de abril apareció una foca monje, de 6 meses de edad y nacida en Desertas, en una playa de Porto Santo. Cuando llegó, estaba delgada y exhausta y necesitaba reposo, por lo que durante el tiempo que estuvo allí se le procuró la necesaria tranquilidad para procurar su recuperación. Sin embargo, desde el 22 abril no hemos vuelto a avistar a esta joven foca. Durante estos 12 días hemos comprobado una notable mejoría, observando un notable aumento de peso en el animal.

Aunque nunca se ha registrado en Porto Santo un hecho como éste, se trata de un comportamiento natural en esta especie que sucede cuando los animales dejan la lactancia materna e inician su alimentación con pescado. En estos momentos, los animales son extremadamente viajeros, y, en muchas ocasiones, se alejan de la colonia para explorar nuevos territorios, aunque suelen volver.

Queda en el aire la pregunta ¿a dónde habrá ido? Sin duda, la respuesta nos la traerá el tiempo, gracias al trabajo de monitoreo de esta especie desarrollado por el IFCN y del envío de imágenes e información de observaciones de focas monje.

Written by Life Madeira